¿Cuándo preocuparse por la protección de datos?
¿Cuántas veces te ha pasado que realizas una compra o cotizas algo por internet y la plataforma requiere tus datos? ¿Has sentido que dar esos datos puede ser algo invasivo o peligroso? Todo consumidor ha tenido esa sensación extraña en su interior que advierte de no seguir adelante, pero las ganas de finalizar la compra son superiores y así de fácil, deja sus secretos en posesión de una empresa que lo quiere conocer más para saber cómo puede venderle e incluso fidelizarlo.
Como expertos y a la vez consumidores debemos estar informados, entender qué significa pedir y entregar datos y por qué estos son un activo tan valioso para cualquier empresa. En este texto te dejamos todos los detalles que necesitas saber sobre la protección de datos del consumidor.
¿De qué se tratan estos datos?
Los datos del consumidor son la información de personas naturales o jurídicas que obtienen, utilizan y disfrutan ciertos productos o servicios adquiridos o contratados por parte de una empresa, la mayoría de estos se obtiene a través de las plataformas de Ecommerce de la marca. Generalmente son de gran valor porque pueden ser analizados para encontrar patrones de conducta, tendencias, conclusiones frente a efectividad de productos o también para estudiar la funcionalidad de diferentes campañas de marketing.
Finalmente cuando un consumidor brinda este tipo de información, entrega mucho más de lo que piensa a nivel conductual, preferencias, elecciones y estilos de vida. Es una forma de analizar a la población y segmentar desde un punto de vista más amplio y que abarca una infinidad de temas diferentes.
Hoy en día es fundamental para las empresas garantizar la protección de esta información, otorgando confianza y posicionándose como un ente que entrega seguridad frente a la exposición de datos. Muchas veces los consumidores son personas naturales, por lo que un rol clave para las empresas es cumplir con las normativas vigentes de protección de datos personales. Esto es un derecho básico, por lo que se debe velar por su cumplimiento, garantía y respeto.
Back to basics, los principios de la protección de datos
Si bien parece que como usuarios las personas cumplen un rol pasivo, pues sólo entregan datos y esperan que las marcas los pasen a bases de datos para cualquier ente o empresa que quiera tratar con ellos sin más elección, la realidad es que todo esto conlleva también un proceso, y es que se debe cumplir con ciertas demandas y normativas muy importantes para acceder a este tipo de información.
Finalidad, un por qué
Las empresas deberán tener identificado mediante un respaldo para qué necesitan adquirir los datos de los consumidores. Junto con esto, deberán asegurar que no se violen garantías o derechos, es decir, velar por el manejo adecuado de la información de cada una de las personas que han compartido sus datos con una marca.
Licitud, la ley ante todo
Para tratar con los datos de los consumidores, toda entidad deberá contar con una obligación legal que verifique la necesidad de tenerlos y usarlos. De esta manera aseguran que su uso está respaldado por la ley y no cualquiera puede acceder a ellos.
Calidad, datos verídicos
Las empresas deberán asegurar la integridad de la información, es decir, que esta cuente con una organización básica, que cada base de datos tenga respaldo y que no haya cabida a confusiones ni malos entendidos por errores, finalmente se está tratando con información personal valiosa.
Seguridad, ante todo
El tener acceso a la información no permite poder hacerla pública. Las entidades deben resguardar la seguridad de los datos y no dejar que estos queden al alcance de cualquiera.
No es tan fácil como pensamos
Además de los principios básicos que te mencionamos antes, y buscando dar más tranquilidad a los consumidores de una marca a la hora de entregar su información personal, entre otros requisitos que deben cumplir las empresas, está claramente el consentimiento de parte de dicho consumidor para entregar sus datos, por lo que debe estar explícito para qué se usarán, los fines que tendrá su tratamiento, políticas de uso de ellos, cookies y términos y condiciones generales de este “contrato”. Todo esto debe entenderse de manera clara, comprensible e inequívoca.
Y por otra parte, deben existir protocolos para que el consumidor a su vez pueda hacer ejercer sus derechos frente a la información que se maneja de él en caso de mal uso de sus datos, ya sea para efectos de garantía o derechos ARCO (Acceso, Rectificación, Cancelación, Oposición) en caso de ser una persona natural.
¿Cómo te imaginas la protección de datos?
Para empezar te contamos que no es Keanu Reeves resguardando el tesoro, pero si es mucha organización y protocolos cuidadosos.
En primer lugar las empresas deben tener identificados a los tipos de consumidores que tienen según la información otorgada. Esto ya genera una organización para el uso de sus datos.
Además, el lugar de almacenamiento es clave al mismo tiempo de a quién se le comparte esta valiosa información durante todo el flujo de la vida de esta, desde que se obtiene hasta que se destruye. Si no cumplen con los requisitos ya mencionados, simplemente no pueden obtenerla.
Sumarle a todo esto, mecanismos que protejan los datos desde el punto de vista de la confidencialidad, integridad y disponibilidad. Esto puede ser incluso adoptando una estrategia de protección orientada a minimizar, ocultar, separar o abstraer datos de los consumidores para que en cualquier riesgo, no se pueda violar la privacidad de estos.
Consumidor informado
En la actualidad, el consumidor comienza a entender que si bien existen riesgos al compartir su información, también se ha dado cuenta de cuándo puede entregar sus datos de manera segura.
Los datos personales son muy valiosos para empresas y entidades, pues les ayuda mucho a generar innovación, estudios y nuevos procesos. Esto el consumidor ya lo sabe y por ende, una marca tiene el gran reto de convencerlos y conseguir que confíen en ella para la proporción de datos.